PASATIEMPOS PARA CLASE
HOLA BUEEEENASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!!!!!
Hoy os traigo unos pocos pasatiempos para clase que yo mismo he experimentado. Espero que os sirvan de provecho alguna vez y que podais pasar la clase con el máximo disfrute. Nos vemos en el próximo vvvlogggg!!☺
La carrera de bolígrafos
Un clásico indiscutible. La mecánica es
sencilla, en una hoja cuadriculada (no necesariamente) alternativamente
uno de los dos participantes dibujaba un circuito más o menos plagado de
curvas y estrecheces en función de la dificultad que le venía en gana
aplicar a la partida. Entonces, apoyando el boli o el lápiz
verticalmente sobre el papel y dentro del circuito, aplicabas la
suficiente fuerza para que este resbalase y dibujase una linea. La
dificultad estaba en dirigir correctamente el boli hacia la distancia y
la dirección correcta para avanzar lo máximo posible hacia la meta sin
salirse del circuito. En caso de salida accidental se marcaba con una
“X” el punto del “accidente” y se perdía un turno de lanzamiento.
Guerra de naves
El material era el mismo que el de la
carrera de bolis. Pero cada jugador tenía una cuartilla propia, esta vez
sí cuadriculada obligatoriamente, y en una de las mitades tenías que
dibujar 10 naves (creo recordar que eran 10, quizá era otro número).
Cuando los dos jugadores tenían sus ordas invasoras colocadas se doblaba
el papel por la mitad y se intercambiaban, entonces tenías que dibujar
un disparo sobre uno de los cuadros, apretando un poco (obviamente hacer
trampa levantado el papel a contraluz estaba áltamente penado por las
normas de la comunidad de jugones). Devolvías el papel a tu contrincante
y este veía si a través del papel habías tocado alguna de las naves y,
obligatoriamente, este tenía que tacharla. Evidentemente ganaba el que
antes acabase con todo el ejercito de su rival.
El Stop
De nuevo un clásico del lápiz y el
papel. La gran diferencia con los dos juegos anteriores era que aquí
podías incorporar a más amigos a la fiesta. Una buena partida de Stop
podía implicar hasta ocho jugadores si te lo montabas bien. La mayor
dificultad residía en plantear una buena organización y estar atentos a
las indicaciones de los demás. La dinámica del juego supongo que la
recordáis perfectamente, pero por si vuestro decrépito cerebro la ha
olvidado os la recuerdo: se dividía una hoja de papel en columnas con
diferentes títulos “Nombre, apellido, animal, ciudad, pais, objetos…”
(no existía un número fijo obligatorio de categorías), entonces uno de
los jugadores decía una letra y todos debían llenar las categorías con
palabras relacionadas con ella que empezasen por dicha letra. Cuando
alguien lograba llenarlas todas debía exclamar (lo más disimuladamente
posible) “¡Stop!” y entonces todos tenían que dejar de escribir. Para
puntuar se miraba cada categoría: si no la habías rellenado sumabas 0
puntos, si lo habías hecho pero repetías palabra con otra persona se
sumaban 5 y si eras el único que la había escrito sumaban 10
Cerbatana
Esto era al mismo tiempo un juego y una
guarrada, a la vez que podía llegar a ser una “hijoputada”. El material y
el desarrollo eran bien sencillos. Necesitabas un boli Bic al que le
tenías que quitar la carga de tinta para quedarte sólo con la carcasa de
plástico y una hoja de papel. Entonces cortabas un trozo pequeño del
folio y lo mascabas un rato para ablandarlo y darla la forma redondeada
perfecta para que cupiese en la improvisada cerbatana. Y una vez cargada
empezaba el juego: retabas a tu contrincante a hacer puntería sobre un
punto concreto. No cabe detallar demasiado la gracia
que hacía a los que sentaban en una zona más próxima a la pizarra que tú
notar como una cosa fría y pegajosa les impactaba contra su piel
provocándoles un dolor punzante e intenso… y no lo detallo porqué yo
también sé lo que se sentía: rabia y odio. Y lo que se notaba: daño y
asco.
LIL RONDAX
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